viernes, 6 de noviembre de 2015

Una historia para un comienzo.

   I

La primera vez que volteé y vi ese marasmo de personas caminando de un lado a otro no reconocí a nadie, pero sí se me hizo familiar el lugar en donde yo estaba parado, como si hubiera estado ahí antes, parado en un punto exacto donde vista que tengo me hace sentir más fuerte está sensación. La mujer que camina conmigo, que va conmigo, que mira igual que yo a esa enorme multitud de gente, parece que no se ha dado cuenta de extrañeza y camina normal, sólo la expresión de sorpresa es la que distingo en ella.
   La segunda vez que vuelvo a voltear, exhorto en mis pensamientos, porque mi mente se esfuerza en intentar reconocer algo que me diga el por qué siento que ya estuve aquí, la segunda vez miro con más atención y busco signos y símbolos, caras y atuendos. Pero no hay nada.
   La tercera vez que miro veo todo, en general, sin ponerle atención a cosas en especifico, y es aquí cuando me doy cuenta por fin...

II

Vamos Edith y yo al parque centrar del pueblo, venimos de visita, a ella se le antojaba ver a unos primos cantantes. Desde hace tres meses juntamos el dinero para ir por nuestra cuenta y caerles de sorpresa, pero hubo dificultades que aplazaron la fecha y realmente fueron cinco meses los que tuvimos que esperar. Ahora, que nos faltaba poco para llegar, Edith quiso mostrarme el parque que visitaba de niña, así que nos desviamos un poco de la ruta planeada, en verdad son once cuadras antes de llegar.
III

Era Penélope lo que me parecía familiar en ese parque, once años tiene que no la había visto. Entre esa multitud de desconocidos, en el centro del parque estaba ella, apoyada en un árbol que empezaba a deshojarse, la hojarasca hacía que todo esto pareciera un recuerdo melancólico. Su mirada se concentraba en las hojas de un libro que no alcancé a ver bien, sus ojos eran los de siempre (la palabra siempre suena tan rara con ella, porque es todo lo contrario). Y volteó y me vio, y con una sonrisa y lágrimas en los ojos me saludo y me envió un beso.

IV 

Edith juega, yo sonrío y extiendo mis manos al igual que ella cada vez que el columpio hace que se acerque a mí, Edith canta y baila al son de sus música interna, Edith dice cosas sobre su infancia, Edith habla contenta, Edith me besa, Edith me hace el amor en silencio cuando en noche yo pienso en todo esto que me esta pasando ahora, sus palabras son mágicas porque ella es una maga de la vida.

V

Murió hace once años, las flores que me regaló se extienden por todo el jardín. Su tumba huele a rosas y a una primavera lejana, que recuerdo muy poco. Tal vez no era necesario llorar tanto por ella, sino ser positivo, quizás exageré gritando y despertando tantas veces después de su entierro, pero lo hice. A Penélope le gustaba enseñar, y aprendí tanto de la vida, y es por eso que me duele vivir ahora.



jueves, 9 de julio de 2015

Carta de la nueva ola.

 

 Hola, hace tiempo que no te escribía. De la última carta a está han pasado cosas increíbles. Has dado un paso grande en tu vida, la escuela ta ha enseñado mucho, desde los profesores hasta cada alumno que compartió esa experiencia de dar clases contigo. Y aunque no lo creas yo me sentía parte de ellos, porque estuve acompañándote...¿recuerdas lo que le dice Demian a Sinclair? es así como estuve contigo, dentro de ti. Y en aquella banca vacía estaba escuchándote, apoyándote, tengo mucho que aprender de ti.
   Yo sé que a veces  soy molesto, que te hago irritar desde lejos, que te pregunto muchas cosas de un mismo tema, o que sea repetitivo. Me imagino que no te dejo en paz con lo de vernos, con lo de estar contigo, que insisto. Me enojo yo, y sé que a veces te enoja a ti también. Pero te quiero, juntos hemos hecho crecer una planta interior, a nuestra manera, pero ha ido creciendo de lo lindo. Entonces me emociono mucho cuando dices que ya mero, me pone feliz, pero a veces pienso mal, pero está bien porque llego a vencer esa parte de mí.
  Son tiempos difíciles los que viven muchas personas en estos días, también te habrás dado cuenta. Pero si tenemos esperanza en lo que hacemos, si deseamos y trabajamos a la par podemos ser magos con este tumulto de mentiras y falsedades que hay. Y si no lo crees es cuestión tan sólo de ver cómo es nuestra amistad, que nos queremos bastante, y eso nos salva.

lunes, 6 de julio de 2015

Una visión mexicana.

¿Conoces a Carlos Fuentes? Hay una serie de entrevistas que se llaman "A fondo", en ellas se han entrevistado a grandes pensadores que en aquella época estaban en su esplendor. Y una de ellas aparece Carlos Fuentes, escritor mexicano. Si tienes tiempo y quieres conocer más sobre él, principalmente cómo es su manera de pensar y ver a su país, acá puedes informarte a través de él mismo.



jueves, 2 de julio de 2015

La muerte es también posible ahora.


Ayer me fui volando de todo esto que estoy viviendo ahora. Me fui lejos. Salí de la casa por una de las ventanas y giré para ir elevándome y alejarme de espaldas. Pude ver por el marco de la ventana el sillón a un lado de ésta, el piso de color café, una sombrilla recargada en la pared, la pared blanca. A poco iba viendo toda la casa completa, su color azul y en otras partes era blanca, Vi mí techo y el de los vecinos, entre las viviendas las calles se dibujaban geométricamente en unos lados y en otros sitios todas chuecas. También observé detenidamente como es que subía y bajaba el terreno, la avenida principal, no lejos de mi hogar, se hallaba a la mitad de mi mirada y se perdía en el horizonte su línea, un tanto recta. Pude haber visto más, la ciudad, los campos que están a un lado, todo el municipio. Pero me atrapó el cielo, totalmente libre. De vez en cuando solía voltear a verlo, pero siempre había algo que lo interrumpía, lo más común eran las líneas negras de los cableados, tajaban como un cuchillo o una herida larga la vista. Mas ahora no hay nada de eso. Y subo y subo más.
Se acerca la noche de mi vida y ya casi llego a ese cumulo de estrellas que giran sin ninguna prisa. Sólo sé que me alejé de mis problemas, ya no recuerdo bien quién era, lo que solía hacer, o a quiénes odiaba y quería. Quizás esté soñando, todo esto sea un enorme sueño del que me voy a despertar pronto, y sonrío al pensarlo.

martes, 9 de junio de 2015

Niña mágica (o viaje número 2)

  Me despierto, en el techo veo las últimas imágenes del sueño que desaparecen lentamente de mis recuerdos. Como el viento que sopla detrás de la ventana levantando el polvo de la ciudad, hay algo dentro de mi habitación que aleja con igual fuerza estás visiones e imágenes irreales que veía mientras dormía.
  Me levanto, me siento en la cama. La tarde de hoy me ha despertado, los coloridos paisajes que hay afuera están más coloridos aun con esté sol tranquilo y cálido. Una canción suena a lo lejos, autos, pasos de personas, el susurro de la multitud, un avión, alguien en la cocina de casa, el aire moviéndose, perros, aves, el melódico sonido de una nube. Todo eso llega a mí desde lejos.
  Me concentro, intento percibir nada más mi respiración. Veo el reloj y la hora no me dice nada. He dormido lo suficiente para no volverme a acostar. Me concentro y siento que alguien, en algún sitio me ha mandado un beso.
  Me sonrío a mí. Camino hacía la ventana con mejor vista de la casa para asomarme, quiero ver el día, y mientras voy a eso siento una ligereza en mi cuerpo. Caminaré por donde el beso vino, me iré por su camino elegido por él. El día brilla en mis ojos.
  Me conduzco, voy volando por donde yo quiera, mas siento una atracción por ir hasta donde se encuentran los labios. Sí...es ahí. ¡Por fin he llegado!

domingo, 31 de mayo de 2015

Estrellas en el iris.


  Muerde mi labio aquella mujer que no reconozco, es agresiva y cariñosa, llora al pensar su pasado, se burla de mí. Me abraza otra vez cerca de la ventana, donde podemos ver la lluvia como una proximidad de un contacto, del placer consumiendo velozmente los instintos de feroz animal, de descubrirnos el uno al otro. Este tiempo sabe distinto, a alcohol y a una guitarra que ninguno de los dos sabe tocar, música de fondo y silencio largo. Nos permitimos entrar, nos confundimos, nos alteramos.
  Pero por más que trato de buscar en ella un signo, una mirada, un gesto, no sé bien quién es ella. Me mira diferente ahora mismo, viene a mí con un instinto de ahorcarme, asfixiarme quitando de mí el aliento con su paulatino beso, maduro y dulce, de sus labios.
  Pero por más que me resista también sucumbo, me derrumbo en mitad de la batalla y comenzamos ese juego de todos, las reglas casi nadie las sabe por completo. Con dados o sin ellos le propongo el recuerdo y el olvido. ¿Quiénes somos para elegir eso?
  Y ahora estoy aquí, imaginándola, la dibujo en mi memoria, su ombligo es el centro para comenzarla... ¿al final sabré cuál será su rostro? pero ahora no la reconozco.

lunes, 27 de abril de 2015

Los días misteriosos: inicio (parte 1)


Abrió la puerta, un quejido casi humano, de un rechinido de fierro, goznes ya herrumbrados, quizás por el mal clima que se ha presentado en estos meses, pero parece algo mucho más viejo y secreto. La casa desde afuera te hace recordar a personas ancianas, a arboles podridos, a frutas secas. Mas esta tarde tenía una cosa diferente, la luz de la tarde, del sol cayendo, y el viento ligero (aunque es un tanto fuerte, con este tiempo de lluvias era más calmado de lo normal) agitaba las copas de la arboleda que estaba por todo los lados de la casa, y por ende las sombras que se dibujaban en la entrada bailaban, parecía que tenía movimiento. Tal vez por eso se aventuró a entrar. Es muy sabido en el pueblo que está abandonada en su interior, ya tantos años que es difícil saber quién tiene razón de su pasado, desde la típica bruja y el mismo diablo hasta un señor con su familia que entraron en crisis económica y se mudaron para no volver. Siempre la curiosidad por esas historias, muchas suenan tan falsas, pero es lo que menos importa, la imaginación tomaba vuelo y da un sabor más misterioso a esa casa, a ese lugar que desde que tenía memoria a estado ahí. Tal vez ha caminado tanto en el tiempo que ya no llama la atención a nadie, un lugar que seguirá tal como es hasta que alguno se interese por el terreno o se haga un parque. Y hoy a adoptado una verdadera mágia, hoy se a encendido la primera chispa, el corazón de la casa a comenzado a despertar...

domingo, 26 de abril de 2015

Escrito sobre una salida juntos (1)


Miro mis manos moverse por una figura, una mujer que me he inventado, que seguramente me ha inventado también a mí y mis caricias que ahora, en este momento la recorren. Algo la trasforma, siento que su cuerpo lo conozco desde hace mucho tiempo. Me mira desde abajo, yo soy junto con el cielo su mirada completa, y yo viéndola desde el suelo es junto con la tierra la mirada completa. Besos que nos invaden, un placer que nos recorre el beso, y baja para posicionarse en muchas partes de nosotros. Hoy en lo alto estamos atándonos de una manera nueva, distinta a la de hace mucho. Ella me llama por mi nombre.

lunes, 13 de abril de 2015

Secretos, secretos que no son míos.


Anoche soñé con ella. De nuevo me atrapa el insomnio que se da después de un sueño con ella. Las horas de el reloj más cercano parecen anunciarse a sí mismas como con un gran sonido estruendoso, un algo que se allá en los templos. Una campana mi corazón, una voz que creada por mí me habla igual que un espejismo más, otra ilusión que nada me dice del futuro. Se me cae el cielo, el maldito cielo que viví con ella, mañanas de escuela, tardes de despedidas, noches de soledad, madrugadas de recuerdos. Miro avanzar todo a mí alrededor, soy una roca atascada en el inmenso flujo de agua de un gran río, que es todo esto de vivir. Y el terror de otro día que pasa sin nada que hacer, sin aprovecharlo, de nuevo mí yo cayendo en el profundo lugar del pasado. Reprochándome otra vez antes de dormir del absurdo andar que he estado llevando, mi manera de existir, de durar, soportando el agotamiento de mi lucha, que nunca empieza.

sábado, 4 de abril de 2015

Pensamiento en solitario.


Eres tú la que llevo dentro de mí, has de ser mis huesos que sostienen mi cuerpo, eres la sangre, pero más imperiosa es la tuya que circula por ti, pues ¿qué he de beber si me muero de amor?. Te guardo y te dejo salir de mí, igual que yo mismo cuando el tormento de la soledad se vuelve una jaula, de la cual nosotros hemos escapado juntos. También te protejo de la incertidumbre de las desdichas. A tu llanto he de guardarle cada lágrima, pero más los gestos triste de tu rostro, porque ¿qué más dulce dolor el de consolarte?
   No me siento solo, en las noches el cálido esplendor de la pasión me ayuda a sobrellevar el majestuoso tono obscuro de mi tiempo, una paleta de colores para hacer paisajes noctámbulos dibuja mis sueños. Melancólico miro por mi ventana la luz azul, casi fusionada con las sombras, de la luna. Siento que tú también quedas mirándola igual que yo, todavía nos unimos en silenciosos encuentros, todavía eres tú quien me abraza, somos los dos quienes nos buscamos todos los días secretamente. El fuego está esperando unir las crepitaciones de los corazones. Y así dejar de fingir que estamos muertos.  

domingo, 22 de marzo de 2015

Anomalía del futuro próximo.


El aire sabe extraño, el aire se siente en la piel como un ser vivo, un alma que se desliza y nos atraviesa la sangre.Cierro los ojos para descubrir qué es, porque no es normal, es diferente al viento que se siente todas las mañanas o en las tardes calurosas, es un aire nuevo, pero no por eso desconocido para mí. Y entre más profundo los encierro más claro puedo ver a otra persona.
  El espacio es un estado de mi conciencia que se adentra a lugares más allá de la costumbre, más fantásticos para mí, entro más en mi sueño estando en la realidad. Y de repente reconozco este sabor que tiene el aire nuevo. Eres tú, Paloma, oculta entre la respiración y el viento que sopla su exquisita vida en el mundo, recuerdo que sabes a aire de tus pulmones, recuerdo que no estoy solo. Vienes lentamente, tus pasos ya suenan de nuevo a un lado de mí. Te siento en el aire.