Un fuego latente explora mi interior, que con su ardiente serpenteo va en busca de la unión de todo lo que soy enteramente, completo y encerrado. Al principio explotó en la imaginación, en los colores, imágenes y estructuras de la realidad. Imaginación viva y de un crepitar deslumbrante. Después el fuego comenzó a quemar mi corazón, lo sentí más cerca; calentando mi piel desde adentro, igual que la sangre nos va recorriendo. Era líquida su forma, era mía su forma. Atravesando la individualidad, me dejó que la entregara al amor... y en un beso, en unas palabras, en una mujer está ahora también. Sé que no tengo la edad suficiente, ni la inteligencia, tampoco una madurez para saber a dónde se dirige ahora. La tengo en mis manos, en mi corazón, en el pensamiento. No todo el tiempo, casi siempre se va a no sé que sitio de mí, pero lo siento. ¡Oh, Fuego mío, ven aquí, ya hace mucho que no te encuentro y que no vienes!
Ahora he comenzado a leer un poco más, no sé porque no lo había hecho antes, casi pierdo el hábito. Pero he ido descubriendo más y más al mundo de los que sueñan despiertos, no siempre, pero cuando sucede es maravilloso. También gracias a eso he podido continuar escribiendo, aunque muy dentro de mí se que me falta la inspiración principal (ahora estoy hablando contigo y no con las demás personas que leen este Blog). En fin, es muy importante eso para mí, el leer y escribir, porque puedo sacar las cosas buenas y las cosas malas que se han ido acumulando desde hace un tiempo para acá. Ahora con eso de los exámenes finales regresé un poco para atrás. Pero primero lo primero, porque me desvié un poco y me emocione que no puse mucha atención a mis menesteres educativos (para que no suene tan mal). Ahora ya no hay tanto problema, así que a disfrutar un poco de literatura. Entre los libros que recorren mis ojos están figurando tales como "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha", "Yo, Robot" (que no se parece en nada a la película), y así. En este periodo de tiempo ya he leído "El hombre que fue jueves", "A pesar de todo" (de Juan Sánchez Andraka), "La llamada de la selva", que este último es altamente recomendable, y me gusto leerlo de noche porque le da un toque de misterio. Recomendación de hoy: en vez de prender la televisión para ver que hay, abre un libro para ver a dónde te lleva
Apenas, encontré un disco muy bueno de Pablo Milanés que se llama "Boleros en tropicana". La verdad es que no escuchaba tanto a Pablo Milanés, pero con algunas canciones que interpreta en el disco me hizo que me fijara más en él. Me gustaron bastante. Y, además, por esa vía, conocí a Álvaro Carrillo y esta canción que la verdad me encanto por dos razones: primero, fue la forma de interpretación, que sí se nota que quien la canta siente lo que va diciendo; y, por segundo, lo que dice la canción, que me parece hermosa, grandiosa para escucharla a tu lado. Aquí pongo la letra y el vídeo de Youtube:
Amor mío, tu rostro querido no sabe guardar secretos de amor; ya me dijo que estoy en la gloria de tu intimidad. No hace falta decir que me quieres, no me vuelvas loco con esa verdad. No lo digas, no me hagas que llore de felicidad.
¡Cuánta envidia se va a despertar! ¡Cuántos ojos nos van a mirar! La alegría de todas mis horas prefiero pasarlas en la intimidad. Olvidaba decir que te amo con todas la fuerzas que el alma me da. Quien no ha amado, que no diga nunca que vivió jamás.
El rumbo que ha tomado mi vida en la actualidad no me gusta, siento que he perdido mucho de lo que tenia antes, que me hacía pleno. Es una manera muy desagradable de sentirse, tanto que me quita el sueño, me ataca a cualquier hora. Me he sentido derrotado, pero se aprende a lidiar con esos sucesos. Me imagino que así te vuelves maduro y te vuelves grande, cuando aprendes a combatir los problemas, vengan de donde vengan. Se tiene que aceptar la situación de frente y no demostrar tu inferioridad ante las peores situaciones. Tal vez así sea como deberíamos de convalecer, quizás no. Pero siempre van a venir situaciones que nos hagan decir "no puedo", "no aguanto más", a esas palabras hay que combatir para nunca caer y caer y caer.