viernes, 13 de septiembre de 2013

Todos y un cuerpo.


Andar por un territorio muerto, negro de huesos, frío de piel; pisar su suelo lleno de flores marchitas (campos de sal y arena). Andar por un paraje de ríos de lenguas muertas y deseos creados por los demás, los demás que ni siquiera viven aquí. Un pueblo al cual llamo hogar, muchas personas también le dicen así y lo niegan. No todo está desnaturalizado, hay por ahí y por acá personas que intentan cambiar o subyugar lo execrable, lo malversado, lo destruido. Personas que sienten un profundo deseo de recuperar la identidad que desde hace muchas generaciones se viene desgajando.

Soy parte de todos, parte de un conjunto multitudinario. No todo está muerto, nada está muerto. Vasta con tener una flor en este camino tempestuoso, puede ser la familia, los amigos, el amor.

Y al dormir escucho el lamento de tantos siglos de una ciudad estatua, de una ciudad que es cuerpo de mi cuerpo, que, a pesar de su quietud, se desliza en una lenta caricia que me llama, que nos llama. Nosotros somos la ciudad, la polis, la cultura, la identidad, el margen y el área de la sociedad.

¿Para qué decir que todo está mal?, los hombres siempre han vivido así y seguimos vivos, no hablo de aceptar lo malo ni de conformismo ni de parcialidad. Hablo de un amor hacia lo que somos y así nuestra lucha por un espacio mejor. El tiempo de cambio ya pasó, nos toca mantenernos de pie.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Descubrimiento del día- 11 de septiembre del 2013

Hoy encontré un vídeo en Youtube de Jorge Luis Borges donde platica de muchos temas de la Literatura. Me emocione mucho al verlo, y lo que más me está gustando de este vídeo es que platica con puro escritor de calidad, lo voy a ver muchas veces

Les dejo la platica, de seguro a algunos de ustedes, lectores fantasmas y anónimos, les va a gustar como a mí:


(El tamaño me parece muy pequeño, les recomiendo que lo vean en pantalla completa.)


martes, 10 de septiembre de 2013

Mí, otra vez.


Volver a empezar. Empezar no en todo, empezar a andar con nuevos pasos, dejar atrás los obstáculos del espíritu, los que cada día se aferran a uno para no dejarnos avanzar. Dejar los malos pensamientos guardados y enterrados cerca de un árbol, para que en nuestros últimos días veamos al árbol más grande, nutrido por nuestro lado obscuro, por nuestras tristezas y dolores de la vida. También será bueno salirse un poco del camino para poder ver más de cerca el paisaje, el horizonte quieto.

Van una semana desde que entré a la universidad, después de tres años sin escuela, después de buscar algo que hacer por fin entré. Tengo que hacer las cosas bien en esta ocasión; permitirme un mejor tiempo y más espacios en el día para estudiar y salir adelante. Tengo un deber conmigo mismo y es bueno: ser bueno en la escuela, buenas calificaciones y buenas formas de superarme.  

Tú, Paloma, sabes cómo he sido y sabes que en verdad quiero cambiar; superarme y entender mejor las cosas. Pensaré en ti para darme fuerza.   

lunes, 9 de septiembre de 2013

Dos imágenes que me gustan (6)



Mi casa.


Tantas mujeres y hombres están trabajando ahora, después del día, después de urbanístico movimiento, frenético golpe perpetuo. Un cortina de humo cubre los espacios de un lugar ya sucio, ardiente por las tardes, frío por las noches y las mañanas.

El sueño es malo aquí, los ruidos armónicos son destrozados por el explosivo ruido de los motores que vienen de los coches, por donde pasa la visión de Dios, ya agotada por la edad. Y el temblor del piso se acumula en el carácter, debilitando la pasiencia de la hora. No es molesto, acostumbrados estamos. Es así como suena la piel de cemento, las venas de fierro de la ciudad, y sus brazos aplastan y crecen hasta los bosques, los desiertos, las brisas de mar de costa.

Pero ella está ahí, entre los demás, que son buenos y malos; es una luz en sombra, un jardín con flores nuevas cada día (sus ideas). Anda ella en su mundo, caminando y moviéndose de un lado a otro y va a casa y sale y viene ahora. Cada ocasión en que entra en la sombría habitación me parece que no hay nada en realidad, solamente estamos los dos en un cubo cosmico; nuestras palabras son nuestras palabras y nuestro lenguaje es nuestro lenguaje, y siempre se va, siempre es ella caminando para perderse. Y camina lejos siempre, pero siento sus pasos, las palabras que dice vienen a mí en forma de praderas, en su singular forma de simbolos; se clavan en el corazón, más rojo que nunca.

domingo, 8 de septiembre de 2013

También está en nosotros.


Un cuerpo rígido está ahora mismo flotando en el cielo, tapando con su sombra los valles, las costas, nuestras casas. Con una geometría de nube, con una cara demacrada por el tiempo. Y su increible forma nos maravilla sin que nos demos cuenta. A cada avance que vamos dando nos habla; su nombre: Modernidad.