martes, 10 de septiembre de 2013
Mí, otra vez.
Volver a empezar. Empezar no en todo, empezar a andar con nuevos pasos, dejar atrás los obstáculos del espíritu, los que cada día se aferran a uno para no dejarnos avanzar. Dejar los malos pensamientos guardados y enterrados cerca de un árbol, para que en nuestros últimos días veamos al árbol más grande, nutrido por nuestro lado obscuro, por nuestras tristezas y dolores de la vida. También será bueno salirse un poco del camino para poder ver más de cerca el paisaje, el horizonte quieto.
Van una semana desde que entré a la universidad, después de tres años sin escuela, después de buscar algo que hacer por fin entré. Tengo que hacer las cosas bien en esta ocasión; permitirme un mejor tiempo y más espacios en el día para estudiar y salir adelante. Tengo un deber conmigo mismo y es bueno: ser bueno en la escuela, buenas calificaciones y buenas formas de superarme.
Tú, Paloma, sabes cómo he sido y sabes que en verdad quiero cambiar; superarme y entender mejor las cosas. Pensaré en ti para darme fuerza.
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