lunes, 27 de abril de 2015

Los días misteriosos: inicio (parte 1)


Abrió la puerta, un quejido casi humano, de un rechinido de fierro, goznes ya herrumbrados, quizás por el mal clima que se ha presentado en estos meses, pero parece algo mucho más viejo y secreto. La casa desde afuera te hace recordar a personas ancianas, a arboles podridos, a frutas secas. Mas esta tarde tenía una cosa diferente, la luz de la tarde, del sol cayendo, y el viento ligero (aunque es un tanto fuerte, con este tiempo de lluvias era más calmado de lo normal) agitaba las copas de la arboleda que estaba por todo los lados de la casa, y por ende las sombras que se dibujaban en la entrada bailaban, parecía que tenía movimiento. Tal vez por eso se aventuró a entrar. Es muy sabido en el pueblo que está abandonada en su interior, ya tantos años que es difícil saber quién tiene razón de su pasado, desde la típica bruja y el mismo diablo hasta un señor con su familia que entraron en crisis económica y se mudaron para no volver. Siempre la curiosidad por esas historias, muchas suenan tan falsas, pero es lo que menos importa, la imaginación tomaba vuelo y da un sabor más misterioso a esa casa, a ese lugar que desde que tenía memoria a estado ahí. Tal vez ha caminado tanto en el tiempo que ya no llama la atención a nadie, un lugar que seguirá tal como es hasta que alguno se interese por el terreno o se haga un parque. Y hoy a adoptado una verdadera mágia, hoy se a encendido la primera chispa, el corazón de la casa a comenzado a despertar...

domingo, 26 de abril de 2015

Escrito sobre una salida juntos (1)


Miro mis manos moverse por una figura, una mujer que me he inventado, que seguramente me ha inventado también a mí y mis caricias que ahora, en este momento la recorren. Algo la trasforma, siento que su cuerpo lo conozco desde hace mucho tiempo. Me mira desde abajo, yo soy junto con el cielo su mirada completa, y yo viéndola desde el suelo es junto con la tierra la mirada completa. Besos que nos invaden, un placer que nos recorre el beso, y baja para posicionarse en muchas partes de nosotros. Hoy en lo alto estamos atándonos de una manera nueva, distinta a la de hace mucho. Ella me llama por mi nombre.