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domingo, 8 de diciembre de 2013

El ahora.



Nuestra forma de ver las cosas ha cambiado. Nuestros juicios ya no están saturados de pretensión como antes. No nos empeñamos en que el hombre desciende del espíritu ni de la Divinidad; lo hemos vuelto a colocar entre los animales. Es, para nosotros, el animal más fuerte porque es el más astuto; nuestra espiritualidad es una consecuencia de ello. Por otra parte, nos resistimos a otra vanidad que también quisiera alzar la voz: la de considerar que el hombre es el gran designio secreto de la evolución animal. No es la culminación de la creación; cada ser tiene en su género el mismo grado de perfección. 

jueves, 15 de agosto de 2013

De Nietzsche



O sancta simplicitas! [¡Oh santa simplicidad!] ¡Dentro de qué simplificación y falseamiento tan extraños vive el hombre! ¡Imposible resulta dejar de maravillarse una vez que hemos acomodado nuestros ojos para ver tal prodigio! ¡Cómo hemos vuelto luminoso y libre y fácil y simple todo lo que nos rodea!, ¡cómo hemos sabido dar a nuestros sentidos un pase libre para todo lo superficial, y a nuestro pensar, un divino deseo de saltos y paralogismos traviesos!, - ¡cómo hemos sabido desde el principio mantener nuestra ignorancia, a fin de disfrutar una libertad, una despreocupación, una imprevisión, una intrepidez, una jovialidad 
apenas comprensibles de la vida, a fin de disfrutar la vida!