sábado, 5 de abril de 2014
Dentro
¿Por qué siempre insistimos en crearnos sueños, en imaginar verdades, o en pensar en situaciones que nunca se podrán realizar?. Insistimos en el amor después de que se ha acabado la chispa, no aceptamos el olvido de los recuerdo cuando un ser querido muere; siempre nos aferramos a las consecuencias de aguantar las lágrimas. Resistimos los golpes y los insultos. A mí, por ejemplo, me da trabajo entender que una relación de pareja se ha terminado, que el amor ya no es el mismo, y así como un relámpago cae sobre la gran estructura de un árbol para privarlo de la vida, de ese modo me parece a mí que se acaba. Pero es tan complicado saberse real. ¿Sí me doy a explicar?, o sea, ese desequilibrio que se presenta a veces es devastador, tu tienes todo planead, sueñas y sugieres como un prioridad las esperanzas que tan felizmente has creado. No debe de tener nada de malo porque lo haces para tu bien, nunca intentas hacerte daño a ti ni a nadie (claro que hay excepciones).
Fingimos siempre las sonrisas para alegrar a los demás, a los que de verdad les importamos; y nunca se dan cuenta de que existe un dolor pleno y constante que nos arruina por dentro. Está bien sonreír en nuestra tristeza, nos alivia el alma, el espíritu. Sonríe, Paloma, porque en este mundo hay alguien que siempre te recordara, y aveces eso es lo que da esperanza, no de la falsa, sino de la de verdad.
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