¿Un adiós que surge de la nada? Retorno al sueño aquel de hace años, que se mezcla con los tumultuosos salones de clases, donde convergen tantos recuerdos de adolescencia. Figuran amigos y enemigos, agradables momentos y tensión en los exámenes, las miradas cansadas de los profesores y el fatal arrullo de la flojera que nos ataca a todos. Los pupitres, el pizarrón, las ventanas, las hojas de papel que están suspendidas en este recuerdo, como si se hubieran arrancado de muchas libretas para caer iguales a hojas sueltas en la posteridad de las horas de ayer.
Después el sueño me lleva a donde vives, ese lugar misterioso que no conozco, porque no te encuentro. Y el futuro cada vez más incierto. El beso que derramó la sigilosa pasión que nos une ahora y para siempre.
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