sábado, 31 de mayo de 2014
Entre la pesadilla y la forma.
No sabía que me estaba diciendo adiós, tampoco que esa sería la última vez. Fui un tonto, no pensé en despedirme de esa forma, ella quería algo diferente, tal vez unas palabras de consuelo, un beso final y un abrazo. Un deseo roto.
Destruí aquella sonrisa en su rostro. Sueño con ella, siempre ella y su llanto que corre por su cara deformándola. Lágrimas que caen hasta el final del pozo hueco. Siento su sabor salado en la lengua. La bese mientras lloraba y se convirtió en la imagen de mis pesadillas.
Al final, no soy yo ni tampoco ella, es ,más bien, lo de siempre: el abandono,la soledad, los corazones rotos, la forma de sentir un nuevo miedo.
Nunca dije adiós, tenía que decirlo y ella me obligaba a decírselo. Despejé la conciencia y la puse en blanco mientras una parte de mí la atacaba, una daga que va cortando la superficie del cuerpo. No sangró y sentí su sangre agitarse en mis manos.
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