Quisiera entregarte, Amor, un recuerdo grato, un místico significado en los siglos de la historia, ya que en la mirada universal somos participantes. Es un intrigante ver hacia el cielo y su temporal movimiento.
Te das cuenta que estamos formados por otras personas, no me refiero a las que vemos y hemos conocido actualmente, a lo largo de la vida; me refiero a los tantos humanos que han visto antes que nosotros lo que vemos, ellos que se han enamorado antes, que han dado sus pasos y sus huellas, marcadas en el suelo, se han ido hace tanto. Para ellos ya no existimos, pensaron en su futuro.
Somos la gente que ellos soñaron, nos odiaban o nos guardaban su tesoro de la vida en el cofre corazón. Y pronto seremos partes de aquellos.
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