miércoles, 16 de abril de 2014
La carta de siempre.
Todos los latidos un: te amo. Así amaneció otra vez en mí el amor que duerme. Buscando un papel de la escuela me encontré con una carta tuya, la leí como quien ve morir a una mujer, como quien escucha la parte última de una canción. No me acuerdo cuando me la diste, pero siento lo mismo que aquella vez. Y tu letra siempre será la misma, y tus palabras pertenecen a mis memorias de joven y absurdo que era en ese entonces. Y pienso en ti ahora, se que algún día nos volveremos a ver y será como siempre nos hemos visto: desconocidos conectados por el amor. Amantes anónimos y secretos.
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