sábado, 26 de julio de 2014

Diario de un transeúnte joven (2)

Lunes 14 de julio del 2014
Me gusta mucho caminar, es por eso que decido irme a pie antes que en transporte público, es obvio que no todas las veces se puede, desde el tiempo hasta las ganas que se tienen. Mentiría si digo que siempre estoy con las ganas de caminar por mucho tiempo. Es sólo cuestión de que me ponga a pensar en el sol, la distancia, de que se me va a ser tarde, para matar las ganas. Y son en cierta forma opciones lógicas, no optativas: el sol hace que me vaya tostando lentamente, que me de ataques de sed, que sude en exceso; la distancia es consecuencia de un cansancio tremendo que me hace dormitar entre las clases o que caiga rendido al final del día cuando tengo que realizar una tarea a lo largo de la noche; por último el tiempo, que no soy de los que tienen muy arreglado su horario para poder tener el espacio suficiente en cada momento.
  Pero cuando tengo que caminar de noche, es cuando me gusta más. Ahora ya no se puede mucho, la delincuencia que hay por donde vivo no es muy notable, pero sé que se está aproximando, y es mejor quedarse en casa. No busco el peligro ni las locas aventuras de este tipo.

Martes 15 de julio del 2014

En la mañana fui a imprimir una tarea al Oficee Depot, temprano para mí es a eso de las 10, no tan temprano, pero era una hora segura para que estuviera abierto ya. No tardamos tanto. Lo que nos permitió ir a un Walmart a comprar algo de comer, estaba hasta el tope de gente, por todos lados veías ir y venir a una gran cantidad. Decidimos comprar unos panes para comerlos afuera en lo que corría el tiempo, porque ya nos habíamos preparado para irnos cada quien por su lado después de imprimir. ¡Que diferencia tremenda de los otros días! es quincena y al tener las personas dinero lo primero que hacen es gastárselo lo más rápido posible. El calor a la hora después de estar un rato en un pequeño parque, apartado de toda la masa de gente que se apretaba en el supermercado, comenzó a irritarnos, ni una sombra en donde ocultarse.
 Estuvo relajada la escuela. Pero a la hora de salir fue el problema, salimos tan tarde que ya no había transporte cerca de la universidad, lo cual nos llevo a caminar por entre algunas calles de aquel lugar apartado y que apenas conozco, porque cuando llegábamos adonde pasa el transporte ya tampoco circulaban por ahí. Cuando por fin subimos a una combi ya eran casi las 11, lo que es bastante tarde, lo normal es llegar a mi casa entre las 9 y 10 de la noche. Es curioso, en la mañana rodeado de gente, me tocó ver el tráfico que ensordecía a la ciudad y la cantidad de caras que paseaban llenándolo todo. Y ahora voy por unas calles vacías, uno que otro carro que pasa a gran velocidad, alguien que pasea a su perro y dos que tres borrachos tumbados en las banquetas.

Miércoles 16 de julio del 2014

Una persona que cruza la linea peatonal, soy. Un desconocido más entre la gente. Ni una palabra ni una luz que brinca, ni una hierva seca al lado del camino. Creo ser el suelo que no piso, en los ojos y la voz atrapada en la garganta... pero escucho un ruido que se acerca.

Jueves 17 de julio del 2014

No he salido mucho de mi casa, llueve afuera y no hay mucho que hacer sino reposar un poco los pies, que también estoy cansado, ¿de qué? simplemente estoy cansado y punto. Tengo ganas de dormir-

Viernes 18 de julio del 1014
Ha dejado de llover, no completamente, pero lo suficiente como para que ya no haya tanto charco en las noches. Es obvio que camino de noche y de día, me gusta esta dualidad. Cuando cambias el horario de ciertas calles es como ir en dos lugares distintos, ahí está aquella casa con plantas en su entrada, pero ahora, en la obscuridad y con la luz de la luna y del alumbrado público, parece un lugar tenebroso; parece si estuviera viendo una pintura de Rembrandt en tiempos modernos, un alto contraste entre claros y obscuros.
Y ese gran árbol que reposa sobre una banqueta, ahora parece que quiere salirse y caminar, un suelo destrozado por el crecimiento de sus raíces da más razón a este vago pensamiento.

Sábado 19 hasta el jueves 24 de julio.
Es poco el tiempo que me están dando para tener mis vacaciones. Unos compañeros de clases han venido a mi casa para hacer un trabajo. Fuimos a una papelería que está un poco lejos. Me extraña que el lugar donde vivo ya hace unos ayeres se comporte de un modo extraño, cambia de cara con cada persona.
Ahora se mostró apática con los desconocidos... más bien, no se como explicarlo. No he escrito mucho ahora, ya que no he salido tanto de mi casa. Y hablar de lo que ocurre en ella y quienes la habitamos sería traicionar el nombre de un transeúnte; porque entonces sería el "diario de un habitante joven". No quiero eso por ahora. Sé que va a ocurrir, que de pronto me ponga a hablar más de todo el conjunto de persona que soy, de lo que me ocurre en la calle.

Viernes 25 de julio del 2014.
Tanto tráfico, desde la mañana hasta la noche, y eso que estamos de vacaciones. En el momento que salí a dar una vuelta, vi más carros que personas.
 ¡Alegre ciudad! con tu extensa superficie haces que las personas se metan en esos carros que inundan tu ser. Haces magia, porque transformas al hombre común en metal automóvil de distintas ruedas y tamaños.


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